Descripción
En las imágenes que forja Myriam la verdad se abre paso. Dolorosamente, como en un parto difícil, algo en ellas viene rasgando las entrañas desde un otro lado de la tela, trazando surcos de gritos silenciados, rompiendo tejidos que gimen, desgarrando fibras, abriendo grietas.Las infinitas bocas abiertas esperan, piden, urgen. Son, también, doblemente infinitos ojos que acusan y mandan, donde implorar y ordenar tienen idéntica fisonomía y denuncian la misma inequidad.