Cuando comencé a trabajar la cerámica en forma profesional las distintas disciplinas permanecían muy lejanas unas de las otras, el Salón Nacional es un buen ejemplo de ello, revisando los catálogos o la publicación de los 100 años del Salón se puede ver cuan estrictos eran esos límites, hoy éstos se han desdibujado y muchos artistas han descubierto en la cerámica un excelente soporte para su obra.

Otro cambio importante que hubo y que creo que vino de la mano del diseño es el valor que cobro el objeto cerámico dentro del mercado del arte. Como ejemplo podemos pensar en los objetos cerámicos utilitarios que eran considerados artesanías que podían ser de muy buena calidad pero que carecían de valor artístico tanto para la Academia como para el Mercado y que hoy se evalúan y cotizan como objeto de arte.
Ya no sorprende ver piezas cerámicas tanto industriales como artesanales en las grandes Ferias, Bienales y Museos. Creo que la revalorización del diseño y de lo “hecho a mano” otorgó a la cerámica ese espacio.

La escultura cerámica y los objetos de diseño tanto utilitarios como decorativos ocupan finalmente su lugar en el mundo del arte.

Alejandra Jones