Nuestro país ha sido tradicionalmente cuna de grandes maestros de la pintura. Desde Sitio de arte queremos recordar a algunos maestros pintores argentinos que dan prestigio internacional a la producción artística de nuestro país.

Quién, por ejemplo, no ha oído hablar de Benito Quinquela Martin (1890-1977) que comenzó dibujando con el carbón de la carbonería de sus padres adoptivos y supo retratar los escenarios del trabajo portuario porteño en Blanco y negro o luego con una colorida paleta de grandes empastes que se despegaba de los cánones estéticos típicos de su época.  El colorido del barrio de La Boca le rinde homenaje a este gran artista de Buenos Aires.

Ernesto De la Cárcova, (1866-1927) con su genial interpretación de “sin pan y sin trabajo” no solo fue un artista consagrado también fue el primer director de la Academia de Bellas Artes de la Nación y Fundador de la Escuela Superior de Bellas Artes que lleva su nombre y que hasta el día de hoy forma y genera nuevas camadas de artistas.

Prilidiano Pueyrredón, (1823-1870) nacido en una familia acomodada, a los 12 años se mudó con su familia a Europa allí estudio y se recibió de ingeniero en Francia. Ya a su regreso en Buenos Aires fue el primer pintor de desnudos femeninos de su época. Se conservan “La siesta” y “El baño” en el MNBA. De su trabajo profesional se destacan los planos de la casa en Olivos de la familia de Miguel de Azcuenaga, hoy residencia presidencial. La mitad de su obra pictórica fueron retratos por encargo de personajes de la Sociedad del momento (ca.1950/60). El resto de su obra la dedico a la temática del campo y del gaucho.

Desde La Plata, Emilio Pettoruti (1892-1971) despliega un talento inmenso en obras de una geometría sumamente armoniosa, se va a Europa a estudiar los clásicos y descubre en Italia el movimiento futurista del que participa hasta que conoce y adopta el cubismo como su lenguaje, vuelve a la Argentina en 1944 como director del Museo de Bellas Artes de La Plata, acrecenta el patrimonio del Museo con obras de Xul Solar y Juan Gris que utilizan un lenguaje similar al suyo. En 1952 vuelve a Europa donde realiza  numerosas exposiciones. Poseen su obra grandes Museos como el MoMA de Nueva York y  el MNBA.

La obra de Norah Borges (1901-1998), una artista inmensa cuyo trabajo se mezcló con el literario en el que participaba con su hermano, ilustró libros y poemas de escritores como Juan Ramón Jimenez, Silvina Ocampo, Victoria Ocampo, Adolfo Bioy Casares, Julio Cortazar  y de su hermano Jorge Luis Borges. Despliega una obra intimista, de colores suaves que ha sido recopilada y expuesta en el MNBA.

Berni, por supuesto, con su arte comprometido con la realidad social. Y Raquel Forner, y Luis Felipe Noé y tantos otros que sería imposible nombrarlos a todos.  Valga nuestro más cálido homenaje a cada uno de ellos y a todos los artistas argentinos que despliegan su talento para continuar la tradición artística de todos los maestros de la pintura.