Artistas en cuarentena
Durante esta cuarentena me siento especialmente afortunada por tener mi taller en casa. Tengo dificultad para reparar algunas herramientas, pero las fundamentales funcionan y tenía material acopiado. De modo que estoy avanzando con una escultura por encargo que ya tenía iniciada. Soy feliz en el taller, pudiendo pasar más tiempo y concentrarme más. Por otra parte, estoy preparando videos, audios y compilando fotografías para la escuela municipal de arte donde normalmente doy talleres 25 horas semanales y que durante la cuarentena está publicando material didáctico para los alumnos y público en general. La continuidad de estos trabajos me permite dar cierta tranquilidad en mi entorno familiar ya que mi marido, músico y que tiene su estudio de grabación en el centro, no está pudiendo generar ingresos. A mi hija mayor también se le está complicando para pagar el alquiler, así que en cuanto puedan se van a tener que mudar con su pareja a la cabañita que tenemos atrás de casa. Aprovechamos con mi marido a hacer arreglos y orden en la casa y el jardín. El clima de principio de otoño es ideal, soleado pero sin tanto calor, ayuda a tener un ánimo activo. Es increíble la cantidad de cosas postergadas que no alcanzamos a hacer por el ritmo de vida cotidiano! Creo que no nos va a alcanzar ni un año para arreglar todo el lío. Además, hacemos cosas que ni se nos ocurrirían, como la cucha del perro. También es una oportunidad para cosas como enseñarle a cocinar a nuestro hijo de 16, ahora que pasamos más tiempo todos juntos. Importante dentro de la rutina familiar, cada uno le dedica un rato a hacer un poco de gimnasia o yoga para mantenernos en forma, no es cuestión de empezar a tener dolores de espalda. En lo personal, tengo una lista de cosas atrasadas que hacer como ordenar y editar fotos, contestar entrevistas y correos, escribir sobre la obra, sin embargo lo que viene ganando es poner las manos en la materia, que es lo que más me entusiasma. Así se me pasan los días muy rápido. Ni hablar que duermo como nunca, sin el despertador de las 6 de la mañana, me levanto cuando sale el sol… El tema es que cada día sale más tarde!
Tengo el taller a pasos de mi casa y he estado trabajando y terminando trabajos, firmar y titularlos….como así seleccionar obras para mis muestras de fin de año en museos del interior…
Agradezco todos los días a Dios poder trabajar en esto, que es el gran motor de mi existencia…
No sé si lo que hago es bueno o malo…sé que es lo que amo y necesito hacer …el hacer me genera más y más ideas…que de no plasmarlas explotarían en mi cabeza…..
Si claramente desde que comenzó la cuarentena surgieron cambios, sobre todo con nuestros hijos, dado que pasamos a estar las 24 hs juntos y buscamos alternativas para hacer actividades juntos.
No tenemos internet, ni cable, si tv para cuando queremos ver algo por Dvd, pero elegimos poner distancia un poco para todos del chupete electrónico, así se puede trabajar mejor,sin tanta distracción.
Claramente al vivir en zona rural es más llevadero esto del “encierro” porque uno puede circular, caminar y seguir con actividades en mi caso mantenimiento en un campo que al no haber personas cerca no hay posibilidad de contagio, de hecho acá en saladillo no hay registro de covid19.
Asi estamos…. suspendidos en el tiempo. Una semana antes de la cuarentena me mudé. Me quedo todo a medias. Ni siquiera pude pasar por el taller a buscar materiales.
Uno piensa siempre en todo lo que no puede hacer por falta de tiempo, todo lo que tengo en espera por leer….. es raro pero ahora que debería sobrarme el tiempo resulta que es un tiempo congelado, como si uno no pudiera ejercer la memoria prospectiva.
No poder proyectarse. Todas las muestras se suspendieron, algunas hasta el 2021. Cursos que no pudimos comenzar los estamos reformulando para darlos en modalidad remota. Viajes suspendidos.
Dada esta situación lo que tengo a mano es una tableta de dibujo wacom y me resulta un momento bueno para aprender a usarla. Recién ahora me puedo hacer un espacio para conectarme con mi trabajo.
Y leo … y miro películas…. y sigo con mis clases de filosofía por zoom… limpio … cocino… les leo cuentos por whatsapp a mis nietos…. sosteniendo los vínculos on line….padres..suegros..hijos y amigos. Y haciendo malabarismos en lo económico.
Siempre soy optimista… a veces por demás, algo bueno saldrá a la luz después, mientras tanto tratemos de mantenernos sanos.
Extraño mi taller…….
Por esta realidad mundial que nos atraviesa a todos, muchos de los proyectos, tanto individuales, grupales y/o colectivos están postergados o suspendidos.
El no saber cuándo y si podremos realizarlos me provoca una inmensa ansiedad e incertidumbre. El Estudio se encuentra separado de mi casa y respetando el aislamiento social que debemos cumplir para cuidarnos unos y otros, lamentablemente no estoy desarrollando mis tareas habituales de dar clases, ni trabajando en la producción que tenemos pedida, ni en mi obra personal. Me quedo en casa. Son momentos atípicos y es difícil poner en palabras lo que estamos viviendo, lo más complejo es describir lo cotidiano, intentando adaptarse a una nueva forma de subsistencia, donde día a día las rutinas se van transformando. Espero que pronto podamos entrar en la normalidad y reencontramos con todos en vivo y en directo.
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Por mi parte, la cuarentena me está dando mucho tiempo para pintar todos los días.
Si bien lo que estoy trabajando está en la mitad del proceso voy a mandarles algo de lo que estoy haciendo. Acá también trabajando!!
A mediados del mes de marzo, se anunciaron medidas de aislamiento preventivo en principio y luego obligatorio, que le impidieron ir al taller.
Pensó, quizá como pensamos todos, que sería cosa de un par de semanas. Pero luego se agregaron dos semanas más y empezó a pensar que era muy probable que no pudiera volver al taller por muchas semanas.
Lejos del torno, la arcilla y las herramientas de desgaste, recurrió al papel, la tinta y los lápices que era lo que tenía a mano en su casa.
La creatividad y las ganas de trabajar las conservaba intactas.
Julio Cando hizo un paréntesis en su carrera de ceramista y se volcó al dibujo.
Sitio de arte lo quiere acompañar en esta búsqueda. Pasen y vean el resto de su obra!
Hasta no hace mucho, podíamos hacer arte en contacto con la naturaleza.
Hasta no hace mucho, podíamos hacer arte en contacto con la naturaleza. Sombras en el portal de luz
Las sombras de todo lo que conocemos nos permiten percibir claramente las formas. Nuestras sombras se alargan o se acortan con la incidencia de la luz. Las sombras de los árboles nos dan frescura, nos invitan a estar a su amparo. Sombra es lo opuesto a la luz, o su complemento?
Me propuse crear una sombra en la propuesta inicial, si bien tuve en mente variaciones. La Sombra Brotada debía reproducir la forma del árbol en el suelo, como si diera lugar a nuevos brotes, una sombra fértil. Elegí un árbol cercano a la huerta de frutales.
A esta sombra le faltaba “madurar”, que brotaran las semillas en la tierra que regué pacientemente los días siguientes. Después de plantarla, e interaccionando con Miguel y María, y con algunos artistas, empecé a vislumbrar que realizaría otras sombras.
Así apareció al día siguiente la” Sombra que quiere ser Arbol”. Vi las pilas de leña y la asociación fue inmediata. Pedí troncos y leña de diverso grosor, entendieron los colaboradores y se hizo. El efecto de esta sombra fue inmediato, convoca un sentimiento poético, no necesita explicación el haber reproducido el árbol en el suelo conformando su “sombra” con maderas sueltas.
Luego miré alrededor y pensé en una “Sombra Alambrada”. Algo que parecería imposible de ser apropiado se vuelve una propiedad privada inaccesible, cerrada. Es un trabajo surrealista y conceptual, que acentúa lo ilógico de las anteriores sombras. Territorio absurdo por su dimensión y forma, admite múltiples significados sobre el sentido de la propiedad, la omnipresencia del alambrado en la pampa rioplatense, la avidez por tener una tierra propia aunque sea minúscula.
Fue un desarrollo total que se pudo dar en ese lugar específico, a partir de los elementos y lugares, interactuando con todos. Las tres sombras se desarrollan en un sector de árboles determinado, y en conjunto son sombras imaginarias sin un patrón realista.
Hice también un trabajo en el estanque con flores hechas con envoltorios de peras de Corea, Hacía una especie de contrapunto con las flores de las plantas acuáticas del mismo estanque. Lo natural y lo artificial que simula otro tipo de naturaleza.
Tengo mucho interés por continuar la serie de las Sombras en paisajes. Me parece un tema con un gran caudal simbólico.
SERGIO MERAYO
La angustia, la desesperación y desconcierto que nos provocó la cuarentena se reflejan en algunas de las obras que realicé allá por el mes de marzo-abril, cuando empezaba todo esto que estamos viviendo.
No entender qué pasa, no saber qué va a pasar. Gritos y miradas intenta captar algunos sentimientos que provoca el aislamiento
MARTIN COELHO
La “pausa”en esta cuarentena posibilitó el acercamiento a una construcción ecológica y abre espacios de reflexión.
La idea de construir un refugio en el monte es algo que tenía en mente hace tiempo,faltaba el momento,que surgió en la cuarentena,como proyecto familiar .
Es modelar una instalación en el monte, ya que se usa el barro como materia prima,interesante porque conecta con lo primitivo de uno.
los sonidos, los ritmos de trabajo,los animales que pasan,el fuego,la vegetación.
así va tomando forma el hábitat que puede ser para crear, para meditar, para comer, para dormir, para escribir, para dibujar,un espacio zen,como diría un amigo.
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